En una tienda dedicada a la impresión y serigrafía digital en Madrid como la nuestra, puedes recuperar el sabor de lo tradicional, como la encuadernación. Sobre este tema vamos a profundizar algo más en el post de hoy.

Encuadernar es pegar, coser, grapar o fijar varias hojas o pliegos y ponerles una cubierta. La principal finalidad es que el manejo sea cómodo, que el material esté bien conservado y que la presentación sea correcta o estéticamente agradable. Existen distintos tipos de encuadernaciones, las de tapa dura y las de tapa blanda. La primera se llama también encuadernación cartoné y la segunda, encuadernación de tapa blanda o rústica. Además según el sistema de fijación utilizado, la encuadernación puede ser por cosido, pegado o grapado.

Como expertos en la impresión y serigrafía digital en Madrid, te contamos que antes del siglo XIX la encuadernación se hacía casi manualmente, por lo que su precio era alto y no accesible para todos los públicos. Con la industrialización los procesos se abarataron mucho y se desarrollaron nuevas técnicas más rápidas y sencillas para poder vender libros a un coste más bajo. De hecho es en los últimos años del siglo XIX cuando aparecen las primeras editoriales que emplean la encuadernación en rústica y hacen publicaciones masivas, accesibles a personas con poca capacidad económica. A pesar de nacer en el siglo XIX la encuadernación en rústica no se popularizó hasta alrededor de 1930.

En Grafidos contamos con más de 15 años de experiencia en el sector de reprografía e imprenta y encuadernamos todo tipo de ejemplares. Ven a conocernos.